Hashtag

#UnidosVsMagisterio, en serio?

Son las tres de la tarde, he salido de impartir clases en mi facultad a las 14:30 y, como todos los días, he llegado a mi casa, he comido y en la sobremesa, me he puesto a ojear twitter.

Cuál será mi sorpresa cuando me he encontrado el hashtag #UnidosVsMagisterio y la cantidad de… sandeces que en él se dicen.

La verdad, he de reconcerlo, es que me ha entrado una mala leche como hace tiempo que no tenía. No es por lo que se diga, sino por la opinión mayoritaria vertida sobre mi trabajo y mi profesión. Es por lo que me duele. Pero vamos por partes.

Lo voy a decir claro, que magisterio es una mierda?… SÍ, pero no menos mierda que medicina, ingeniería informática, química o podología.

La triste realidad de nuestro país es que la formación superior en concreto y la educación en general, son muy malas (exceptuando, como siempre, honrosos ejemplos). De ahí que me indigne el ataque específico al magisterio.

Lo terriblemente nefasto de lo que se ha vertido en este hashtag, es que la mayoría de la gente suscribe la idea de que cuanto más dura sea una carrera, mejor te prepara para ser después un profesional de la misma. Al menos esto es lo que se plantea en el discurso de #UnidosVsMagisterio. Habría que preguntarle a los-as ingenieros-as que empezaron este hashtag, cuánto de lo que dieron en aquellas asignaturas tan duras en su día, utilizan hoy cuando son profesionales… porque lo mismo nos llevamos una sorpresa.

Tengo la fortuna de tener muchos-as amigos-as ingenieros-as que me cuentan con tristeza, como apenas su carrera les ha servido para nada a la hora de después desarrollar su profesión. Al igual que pasa, insisto, en magisterio y en toda la formación superior.

De hecho tengo un amigo ingeniero informático (excelente profesional él, saludos desde aquí Javier) que vino a mi casa un fin de semana a que yo, que soy psicopedagogo, le instalara, pusiera en marcha y le explicara, cómo usar un servidor Linux, porque él, ni idea. Fue una buena charla la que echamos hablando de cuanta matemáticas y física había dado en su carrera (y con exámenes muy duros) y que ahora no usaba para nada. Sin embargo, cosas como estas de un servidor, ni las había tocado.

También tuve el caso hace años, de tener que instalarle a un TELECO un Linux en su portátil porque él ni idea (fue hace tiempo, cuando instalar Linux era una odisea y más en un portátil)

Lo que quiero decir es que dureza no implica mayor calidad de formación. Yo puedo dedicarme a, literalmente, putear a mi alumnado y no estaré garantizando que sean mejores maestros-as, ingenieros-as, médicos-as, etc. Estaré formándolos mejor, si les planteo actividades interesantes y conectadas con el trabajo que luego desarrollarán como profesionales, si la teoría que les proporciono, lejos de ser un cúmulo de letras y/o números que deben memorizarse, los ayuda a analizar, intervenir y mejorar su práctica.

Lo que dicen las últimas investigaciones en neurociencia (que no la pedagogía para aquellos-as que la despreciáis) es que los seres humanos –incluidos los-as de #UnidosVsMagisterio- aprenden con la interacción con el medio. No dice nada de ingerir cantidades enormes de apuntes, reproducir como loros teorías de las que desconocen su aplicación práctica, ni habla de exámenes duros durísimos.

Y es que amigo-as míos, siento deciros que gracias a que en su día estudié magisterio, hoy sé que aprender no es sinónimo de memorizar, sino que tiene que ver con otras muchas cosas. Otras muchas cosas de las que no tenéis ni idea (porque no las habéis trabajado ni estudiado, es lógico) pero sobre las que os permitís hablar y sentar cátedra, como si fuerais iluminados-as con la verdad o vuestro título de ingeniería os permitiera hablar y saber de todo… sorry! Try again porque eso no cuela.

Igual que yo, lo reconozco, no tengo ni idea de cómo tirar un puente, diseñar una casa, tratar un melanoma o construir una carretera y no se me ocurre decirle a ningún-a profesional de este campo cómo debe hacerlo, lo mínimo que espero, es que conmigo, con mi campo ocurra lo mismo.

Lo que pasa es que, socialmente, parece admitirse, que de educación todo el mundo sabe y que eso de la pedagogía, como que no vale para mucho.

Me gustaría saber cómo se pondrían algunos-as, si dijéramos lo mismo de la anatomía en medicina o de la física en arquitectura, etc.

En esta manera de malentender la educación, como simple y llana memorización de conceptos, algún-a elemento-a se permite hablar de los exámenes de las oposiciones de Madrid y comentar sus resultados.

Sobre esto tengo poco que decir, mi compañero Carlos Morón lo dejó muy clarito en su día en este post. Así que sólo voy a comentar varias cosas:

  • Los resultados que se comentan son de los que suspendieron, para eso es la oposición, dónde está el problema.
  • Reto aquí mismo a cualquier estudiante de cualquier carrera a que mañana haga un examen conmigo de TODO el temario que dio en ésta a ver si se lo sabe… que nos vamos a reír.
  • Lo importante del magisterio no es tener conocimientos para dárselos al alumnado (siento decíroslo pero el conocimiento no se pasa por USB es bastante más complicado que eso. Otra cosilla de la que no tenéis ni idea porque no os dedicáis a esto), sino con cómo enseñar y cómo diseñar espacios para que el alumnado aprenda lo máximo y mejor posible. Tarea harto complicada ésta.
  • El examen de conocimientos de primaria de la oposición no lo pasa sin estudiar ni un-a médico-a, ni un-a ingeniero-a, ni un-a podólogo-a, etc. Os reto a que hagáis la prueba vosotros-as mismos-as en casa, que os vais a llevar una sorpresa. Podéis leer algo en una investigación -parece que no sólo pintamos y coloreamos, también hacemos investigaciones- publicada por José Manuel Esteve y Julio Vera en un libro llamado “Un examen a la cultura escolar. ¿sería usted capaz de aprobar un examen de secundaria?”

Es por eso que me indigna este ataque exclusivo al magisterio. Es verdad que la formación superior está muy mal, pero en todas las carreras. Y yo, que conste, soy el más crítico con esto. Podéis leer mi blog y os daréis cuenta de que el primero en criticar soy yo. Pero con sentido, con argumentos y con conocimientos.

Decían otros-as aquello del pinta y colorea (sobre lo que ya escribí un post). Claro amigos-as que es lógico que en las facultades de educación se hagan cosas muy diferentes, se supone que somos los especialistas en educación, en aprendizaje, en pedagogía y por lo tanto, nuestras prácticas deben ser muy diferentes. De hecho si lo pensamos, lo lógico sería que fueran el ejemplo a seguir ya que somos los-as especialistas. Lo que no tiene sentido ninguno, es pedir lo contrario, que un sr.-a que da clases en química y que de esto conoce mucho, pero de cómo enseñarla más bien poco, sea el ejemplo de cómo deben impartirse las asignaturas. Lógico, no?

Pues lindezas de éstas son las que se reclaman en este hashtag.

Ahora bien, esto no quiere decir que no haya incompetentes y prácticas absurdas en magisterio. Por supuesto que las hay, igual de flagrantes – insisto- que las que hay en todas las carreras.

Recuerdo cuando era estudiante de psicopedagogía que un compañero me contaba que en su facultad de informática habían aprobado una asignatura 5 personas de 100.

Esto que puede parecer a priori síntoma de calidad formativa, es todo lo contrario. El-la único-a culpable de esa situación puede ser el-la profesora-a que la imparte. Que no está haciendo bien su trabajo. Y lo que debería hacer es, lejos de llevarlo a gala como a menudo se hace, o replantearse su docencia o dejar ésta y dedicarse a otros menesteres.

Pero no queda todo aquí, he de decir, como autocrítica que tenemos lo que nos merecemos. Me he resistido a hacer este post, esperando a ver las respuestas de los–as estudiantes de magisterio: Que si la vocación por aquí, que si tu has aprendido gracias a un-a maestro-a… pero pocos argumentos sólidos o contundentes para defender su profesión (quizá sea porque no les ponemos exámenes sobre ello #ironicmodeon)

Así que va a ser que sí, que del magisterio salen malos maestros-as.

Y sí, se van a dedicar a algo tan importante como educar a nuestros-as hijos-as…

Pero en el mismo número que salen pésimos médicos-as, pésimos arquitectos-as, etc.

Y van a construir mis casas, van a tratar a mis niños-as, etc.

Así que, para acabar, que conste, si hay que hablar de cómo mejorar la formación y la educación, yo me apunto. Pero lo que no pienso permitir es que una serie de energúmenos-as con complejo de Dios se crean en la potestad de decir cómo se debe educar. Sobre todo cuando ni saben del tema, ni quieren saber.

Porque en el fondo, todo el debate de #UnidosVsMagisterio, no es un debate sobre la calidad de la docencia. Es un berrinche de niños-as pequeños-as sobre la envidia: Llegan los exámenes y tú tienes menos que estudiar que yo… y eso amigos-as míos… como dice Risto:

No lo compro

AVISO: Lo siento mucho, pero dada la cantidad -y el tono- en el que me estaban llegando la mayoría de los comentarios (no os lo podéis ni imaginar 😛 ), he optado por cerrarlos. Disculpad las molestias.

Maestro en Audición y Lenguaje. Licenciado en Psicopedagogía y Doctor en Educación por la Universidad de Málaga. Actualmente soy Profesor en el Departamento de Didáctica de la Universidad de Málaga, pase 6 años como profesor de Didáctica en la Universidad de Cádiz.

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