El contenido de este post con un nombre tan de “libro de pedagogía” :P, no es otra cosa más que compartir mi experiencia en el uso de la simulación de un juicio, como una herramienta provechosa para trabajar con el alumnado.
Mis aventuras con “los juicios” empezaron cuando el primer año que impartía docencia universitaria, se me ocurrió (basándome en experiencias de algunos compañeros-as) que podría ser una actividad interesante como estrategia de recogida de información sobre el transcurso de la asignatura – es decir, de evaluación-, organizar un juicio a la asignatura. Al cual acudiría yo mismo, como acusado, en su representación.
Cual sería mi sorpresa, cuando el alumnado que tenía entonces (desde aquí muchos abrazos a mis alumnos-as de evaluación :D) se volcó en el desarrollo de esta actividad de una forma que me dejó… la palabra es alucinado… El despliegue de medios fue impresionante, llevando todo en absoluto secreto y sin que yo conociera ni uno sólo de los detalles del juicio hasta que se celebrara. Hasta dónde llegó a parar la cosa, que el día del juicio, me encontraba yo desayunando antes de clase, cuando se me presentaron unos alumnos-as vestidos de guardaespaldas (con pinganillo, gafas de sol, traje de chaqueta negro, reportera de la TV,…) para “esposarme”, literalmente, y llevarme al juicio… tan creíble fue el asunto y tan bien caracterizados iban, que más tarde, tendría que dar explicaciones a los compañeros-as de la cafetería de la Facultad de Educación de la UMA.
El juicio se convirtió en una herramienta excelente, para poner de manifiesto fortalezas y debilidades de la asignatura, desde la perspectiva del alumnado y por lo tanto, en un clásico de final de curso, durante todos los años que impartí la asignatura (aún conservo los vídeos de todos y cada uno de esos juicios :D).
Cuando mi compañera Noelia Alcaraz Salarirche y yo, nos trasladamos a la UCA, en nuestro primer año de docencia aquí, se nos ocurrió que dicha actividad, podría no sólo servir para recoger información, sino también para que nuestro alumnado hiciera un ejercicio crítico de argumentación y contra-argumentación sobre los contenidos de la asignatura. Sólo que para ello, debíamos modificar significativamente la actividad.
Y eso hicimos, les planteamos una experiencia real (supuestamente una innovación) de la cual borramos los datos que permitieran su identificación como acusada en el juicio, realizamos una lista de cargos, elaboramos papeles de “testigos”: orientadora del centro, alumnos-as, padres,… y dividimos a la clase en dos grandes grupos: fiscalía y defensa.
La idea era que cada uno de los dos grandes grupos, apoyándose en los papeles de los testigos (que repartíamos entre el alumnado), elaboraran argumentos, buscaran pruebas (en la legislación, la bibliografía de la asignatura, internet,…) para condenar o conseguir la absolución de la experiencia de innovación que les presentábamos. Para ello, les dejábamos dos o tres clases dedicadas en exclusividad a preparar el juicio, que celebrábamos en otro día y para el cual todos nos presentábamos caraterizados: Jurado, alguacil, juez, fiscal, abogado-a, testigos-as,…
La experiencia resultó muy gratificante, tanto para nosotros, como para el alumnado que no sólo participó, leyó, argumentó, construyó e interpretó, sino que además disfrutaron de lo lindo – durante la preparación y la celebración del juicio-.
A partir de ese momento, todos los años celebramos un juicio en una de nuestras asignaturas que versa sobre innovación educativa. Qué mejor oportunidad que una actividad de este tipo, para que el alumnado elabore, exponga y construya argumentos sobre qué es o qué no es una innovación educativa.
Cierto es que cada año vamos introduciendo novedades fruto de la evaluación – nada que ver con notas por dios!- de la actividad:
– El momento en el que la hacemos: Es preferible hacerla cuando el alumnado haya pasado un tiempo trabajando los contenidos de la asignatura, para que exista más profundidad en la argumentación durante el juicio.
– Por la forma de hacerla: Este año, por ejemplo, hemos dejado más tiempo para preparar el juicio, pero al mismo tiempo que intercalábamos clases más “normales”. Lo cual permite que ellos-as integren lo que vamos viendo en las clases, en sus análisis y preparación del juicio.
– Más roles o papeles: Cada año hemos ido incluyendo cosas en este aspecto, alguaciles, testigos, … este año por primera vez les planteamos que el grupo que hace de público el día del juicio, se divida en medios de comunicación escrita de diferente ideología (también esta se la facilitamos en un escrito) y que realicen crónicas del juicio desde diferentes perspectivas. Creemos que puede ser un plus, para esta actividad.
Respecto al trabajo de los docentes, pues una auténtica aventura… desde llegar a clase y no saber qué te preguntarán ese día y a lo que tendremos que dar respuesta, guiarlos y orientarlos sobre análisis que puedan ser interesantes para las diferentes posturas, facilitarles recursos para que puedan analizarlos y preparar argumentos y mil cosas más que se ven claramente cuando entras a nuestra clase y te encuentras a un grupo de alumnos-as al fondo trabajando en una cosa, otros-as fuera en el pasillo tomando declaración a un testigo, aquellos-as de más allá buscando en internet la legislación sobre un aspecto concreto para el juicio, … y un largo etc.
Por eso desde aquí, y con animo de compartir con otros compañeros-as os dejo todo el material que le entregamos al alumnado para la preparación del juicio y que está compuesto de:
- Guía de la actividad: Describe paso a paso el procedimiento del juicio y su sentido (para toda la clase)
- Guía de la fiscalía: Describe la función de la fiscalía y pistas sobre algunos argumentos que pueden usar en el juicio (Para el grupo de la Fiscalía)
- Guía de la Defensa: Exactamente igual que la anterior pero para la defensa (para el grupo de la Defensa)
- Cargos: lista de cargos, con años de cárcel incluidos sobre los que el jurado debe tomar una decisión de culpabilidad o inocencia por unanimidad (para toda la clase)
- Lista de testigos: seis papeles diferentes (tres a favor de la fiscalía y tres a favor de la defensa) que reparte el profesor-a según su criterio (Se entrega una copia a la fiscalía, otra a la defensa y copia individual a cada testigo de su papel concreto)
- La experiencia de innovación que se juzga: Cualquier experiencia de innovación, preferiblemente real, que creamos que puede ser interesante para que el alumnado le saque partido. Tanto si nos parece una experiencia de innovación de calidad o no, dependiendo del sentido del trabajo que queramos que hagan en la preparación del juicio. (No incluimos aquí la que nosotros usamos)
- Lista de medios de comunicación: También dividimos al alumnado en tres papeles diferentes de tres medios de comunicación que deben hacer una crónica de día del juicio, cada uno ajustándose a su papel y a su visión de lo que allí ha acontecido
En este enlace, podéis descargaros un archivo .pdf con todos los materiales descritos. Está alojado en el repositorio de material didáctico de la UCA.
Espero que os guste y que os sirva! 😀